Con semilla mejorada –no transgénica–, acompañamiento técnico y certidumbre en la comercialización, el campo mexicano puede elevar dramáticamente su producción de maíz amarillo y bajar su dependencia del grano importado, afirma Jorge Arturo de Jesús Monreal, gerente senior de Abastecimiento y Logística de Maíz en Ingredion México.
El último ciclo agrícola (octubre del 2020-septiembre del 2021), la demanda mexicana de maíz amarillo ascendió a 19 millones 877,000 toneladas, sin embargo, la producción nacional fue de apenas dos millones 804,000 toneladas, de acuerdo con datos preliminares de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
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