Tras cuatro años de alegatos técnicos entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el gobierno estadounidense levantó las restricciones relacionadas con el virus rugoso del tomate (ToBRFV en inglés) para la importación de tomate fresco mexicano.
A partir de este lunes 17 de junio, los productores mexicanos que exportan el fruto a Estados Unidos no requieren incluir un certificado de inspección en sus embarques, lo que facilita y agiliza el cruce fronterizo.
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