Cuando la pandemia de COVID-19 trastornó la cadena de suministro a principios del 2020, pocos pensaban que dos años después seguiríamos enfrentándonos a continuas interrupciones y a la incertidumbre logística causada por la falta de contenedores, una industria muy golpeada, problemas de transporte, guerra en Europa y un nuevo brote de coronavirus en China.
A principios de año señalé en este espacio que desafortunadamente el 2022 no pondría fin a la volatilidad de la cadena de suministro, pero todo se agrava. El gobierno de Xi Jinping acaba de confinar varias ciudades importantes como Shenzhen, donde
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