EL FINANCIERO
La guerra comercial de la administración de Donald Trump con China derivó en un golpe de suerte para otro país al que el presidente estadounidense reprocha constantemente: México.
Considere a Fuling Global, un fabricante chino de utensilios plásticos que desarrolló un negocio lucrativo haciendo vasos y pajitas de papel para restaurantes de Estados Unidos.
Cuando el presidente Trump volcó todo su peso con aranceles de 250 mil millones de dólares a las importaciones de ese país, incluidos los productos de papel, la compañía entonces encontró una alternativa: abrir una fábrica de 4 millones de dólares en Monterrey, Nuevo León, que pronto comenzará a enviar millones de pajitas de papel al otro lado de la frontera.
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